Cada noche del mes de septiembre
deseo verte llegar
con los brazos abiertos.
Y verte allí
esperando impaciente,
la reacción más sublime
del amor y el deseo.
Y que abras tus brazos
liberando así el amor
que lleva tanto tiempo preso.
Y hablar de lo nuestro
en tiempo presente
sin conjugar los verbos
en tiempo pasado.
Continuar lo que dejamos
como ave que regresa al nido
como ola que regresa a su playa
Y volver a vivir...
volver a sentir
volver amar
Libélula