Mi hija de 10 años en estos días me dijo unas palabras que me enseñaron tanto de amor. En la casa tenemos tres gallinas que criamos desde pollitos. Cuando eran pollitos mi hija jugaba con ellas, les daba alimento y las acariciaba. Al pasar el tiempo esos pollitos se convirtieron en gallinas y como tales les gusta correr y picar…Todos los días al llegar de la escuela mi hija le alimento a las gallinas, pero ellas desesperadas por el alimento se les tiran encima y una vez le picaron el pie. Hace unos días al llegar a la casa va en busca de sus perros y ahí se encuentra con sus gallinas entonces me dice “mami estoy triste, porque no le puedo dar amor a mis gallinas, es que tengo miedo que me piquen” En ese momento pude comprender que amar en ocasiones es difícil y hasta puede doler… Pero cuando hay amor en el corazón hay que darlo…aunque duela… así nos ama Jesús el amarnos le ha dolido mucho y sin embargo sigue amándonos aunque a veces...le piquemos...
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna Juan 3:16
