sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Como son las cosas?


El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa. Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.
A su regreso, el rey fue informado de la situación.
-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre!! Es maravillosa!
Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.
-¡Parecen ricos!-dijo el rey.
-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.
-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta.¿no es fantástica?
Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey. Sentado con su amigo más confidente, le decía:
-Nunca se portó como una reina…¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje?
Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida. Jorge Bucay
Será que el amor cambia o que nuestra perspectiva de las cosas cambia con el tiempo. ¿El amor verdadero acaba o es que nunca amamos realmente?

3 comentarios:

Unknown dijo...

Una fábula que da que pensar, amiga mía... Las cosas son así muchas veces. El amor distorsiona la percepción pero el desamor más todavía... Un beso,
V.

mirada dijo...

Creo que el amor verdadero está ahi siempre fluye, la cuestión son las personas, siempre estamos en una constante evolución, hay que agarrarse bien para no perderse.
Miles de besos y muchas gracias por tus palabras. Me gusta leerte, me gusta conocerte.

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Opino igual que Mirada, nosotros los humanos tergiversamos al amor.
Dejamos que la vida diaria y la rutina ahogue el amor y luego nos volvemos frios.

Me gustó mucho tu post.