que en aquellos tiempos de la
antigüedad había un romano que decidió
separarse de su mujer abandonándola.
Sus amigos le recriminaron por ello,
pues no veían claros los motivos
de aquel divorcio:
- No es hermosa?-preguntaban.
-Sí. Lo es. Y mucho.
-¿No es, acaso, casta y honrada?
-Sí. También lo es.
Extrañados, insistían en conocer el motivo que había
llevado a su amigo a tomar una decisión tan extrema.
El romano, entonces, se quitó un zapato y mostrándolo
a sus amigos, preguntó:
-¿Es bonito?
-Sí. Lo es -dijeron ellos.
-¿Está bien construido?
-Sí. Eso parece -todos aprobaron.
Y entonces él, volviéndoselo a calzar, les aseguró:
-Pero ninguno de ustedes puede decir dónde me aprieta.
Hay que ponerse los zapatos del otro
para poder saber QUE ES LO QUE HAY!!!
Caravana...
-
* Una tierra extraña le da los buenos días.*
*Un amanecer extranjero se despliega ante la ventanilla de la
autocaravana. *
*Él, recostado sobre su bra...
2 comentarios:
que puedo decirte acerca de este post?..
te pongo un enlace y con esto te demuestro lo mucho que me gusta..
http://dejamequetecuente68.blogspot.com/
2007/05/los-zapatos-del-otro.html
un beso grande en tus alitas
:-)
Interesante reflexión, a veces ni uno mismo sabe...
Un abrazo!!!
Lidia
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